Hablando del trumpismo quijotesco con Cervantes y sus camaradas Stephen Colbert y Sacha Cohen

 
 
 

Que los medios de comunicación de la derecha estadounidense recurran a imágenes glorificadoras de Donald Trump como capitán visionario de la mayoría silenciosa víctima de hordas de invasores de color y traidores izquierdistas que tratan de destruir los Estados Unidos no debe resultar particularmente sorprendente. Pero cuando la imagen del capitán Trump se transforma en el icónico héroe burlesco de la obra maestra de Cervantes -como en la caricatura de Ben Garrison "Don Trump Quijote"-, digamos que la ironía se le escapa, un simple hecho que desembocó en una serie de tuits de troleo debidamente documentados en varios medios de comunicación, incluido éste artículo de Salon: “@KevinlyFather ¿Ben Garrison no se da cuenta de que Don Quijote estaba completamente loco y es el ejemplo literario de la furia inútil contra un enemigo imaginario? @jonficke, Razones por las que una educación universitaria que incluya los ‘clásicos’ es importante debe incorporar de ahora en adelante: ‘Para que no malinterpretes radicalmente a 'Don Quijote' y te dejes trolear por todo el Internet.’"

Si bien estos tuits ilustran con claridad la vasta ignorancia que se esconde detrás de la caricatura, como especialista en Cervantes, destacaría una revelación aún más importante, aunque involuntaria de “Don Trump Quijote”. En pocas palabras, si Garrison y sus aliados de la derecha recalcitrante no se dan cuenta de lo irónico de la imagen es porque la ironía no es su fuerte, sino más bien su (no tan imaginario) enemigo. A modo de evidencia podríamos preguntar: ¿quién puede nombrar a un presidente estadounidense moderno que se haya negado a participar en la tradicional cena del Cuerpo de Prensa de la Casa Blanca? A pesar del exhibicionismo teatral de este presidente de “reality tv” y su alardear constante por lo que respecta a su manejo de la prensa que se remonta a sus confesiones en The Art of the Deal (1987), el autoproclamado "presidente favorito" de America se acobarda ante el viejo enemigo de caudillos, demagogos y líderes autoritarios: la ironía, el cervantino “instrumento contra el estupor” temido por ideólogos fascistas como Ernesto Giménez Caballero. Para “el Goebbels español” -como se le conocía en los círculos fascistas de la época-, la devastadora ironía de la obra maestra de Cervantes era el arma punzante del escritor contra el sueño imperial, una píldora contra la ceguera (a modo Matrix) que amenazaba toda “grandeza y aventura españolas” (Genio de España: exaltaciones para una resurrección nacional de España y del mundo, 1932, p. 40). Esto viniendo de un pionero del fascismo español del todo comprometido con su ideario imperial y su demagogia mesiánica que clamaba por un católico resurgir nacional y del mundo. La suya era una visionaria cosmovisión en busca de un capitán visionario fascista que la liderase, un papel que el futuro dictador Francisco Franco se mostraría más que dispuesto a cumplir, como nos ha recordado recientemente Ana Laguna. La portada de su libro del 2021 es una buena ilustración del por qué los fascistas españoles temían la ironía de la obra maestra de Cervantes, con el personaje de Don Quijote cargando contra la grotesca imagen especular del propio Franco.

 

En nuestros días, la ironía cervantina de la que el fascismo del siglo XX necesitaba protegerse sigue vigente en la sátira política de dos camaradas y discípulos aventajados de Cervantes, Stephen Colbert y Sacha Baron Cohen. Me refiero al personaje del Colbert Report que escribió I am America (And So Can You!) (2007) y America Again: Re-becoming the Greatness We Never Weren't (2012) anticipando la versión más reciente de tanta grandeza americana en el merchandising MAGA de Trump; y me refiero asimismo al personaje de Borat resucitado por Cohen para el ciclo electoral del 2020 como acto satírico de advertencia, o como el mismo lo expresara en una entrevista publicada en el New York Times, “para hacer sonar las alarmas [de que] la democracia está en peligro."

La sarcástica defensa que hace Colbert en el 2006 de su "héroe", el presidente Bush, explica la cobardía de Trump. Recordemos estos momentos estelares: “Hombres como nosotros, no somos cerebros de la patrulla de empollones; no somos miembros de la facción evidenciaria. Hablamos directamente desde el intestino, ¿verdad, señor? Ahí es donde radica la verdad; aquí abajo, en el intestino. ¿Saben que tenemos más terminaciones nerviosas en el intestino que en la cabeza? Pueden comprobarlo. Ya sé que algunos de ustedes van a decir que intentaron comprobarlo y que no es cierto. Eso es porque trataron de comprobarlo en un libro. La próxima vez compruébenlo en su intestino […] Lo mejor de este hombre es que es inmutable, sabemos que su posición nunca cambia, que cree lo mismo el miércoles que creía el lunes sin importar lo que pasó el martes. Los eventos pueden cambiar. Las creencias de este hombre nunca lo harán.”

Recordando hoy aquel momento icónico de la historia de la sátira política no puedo evitar pensar que la caricatura que traza Colbert del presidente Bush continúa arrojando luz sobre lo que es manifiestamente un crescendo de actitudes anti-inteligencia, resistente a la evidencia, que ha seguido envenenando nuestra esfera política y sociedad civil durante décadas. El héroe-presidente de Colbert es tan inmune a los hechos inconvenientes como Don Quijote lo es a la dolorosa realidad de los molinos de viento y los rebaños de ovejas. Si bien la postura resistente a la evidencia de Bush II y su presidencia imperial puede palidecer en comparación con el autoritarismo de Trump y el trumpismo que arrasa con los hechos, debemos tener en cuenta que todo esto es parte de un continuo histórico de la política republicana del siglo XXI cuyos principios fueron expuestos audazmente por un influyente estratega del partido republicano (eventualmente identificado como Karl Rove) en el verano de 2002: "Ahora somos un imperio y al actuar creamos nuestra propia realidad."

En cuanto a los generosos “elogios” de Cohen al presidente quijotesco, ¿qué tal los tuits de Borat de octubre del 2020 dedicados a la mayor gloria de Trump, el supremo líder? “Trump habría abandonado el hospital antes, pero en su conmiseración no quiso herir los sentimientos de la Covid. Premier Trump verdadero líder: ha demostrado ser más fuerte que más de 200,000 de sus súbditos estadounidenses. Trump entregó un poderoso mensaje a 20,000 seguidores y luego les dijo que regresaran a sus comunidades y difundieran lo que obtuvieron de él.”  ¿No es la serie de tuits preelectorales de Borat la respuesta perfecta (preventiva) a la caricatura de Garrison en su desenmascaramiento del desnudo emperador que se esconde detrás de la imagen del supremo Trump? Yo diría que el líder supremo de Cohen es el equivalente del "héroe-presidente" de Colbert, actualizado para nuestros tiempos. Ambos casos de genialidad cómica ilustran de forma eficaz el poder de la ironía como arma (quizás la mejor arma) contra los mitos del autoritarismo.

Hoy en día cabría entrever en todo esto una lección clave para nuestro mundo post-Trump. La victoria de Youngkin en las elecciones para gobernador de Virginia el otoño pasado se basó en una mentira inventada en Fox News y difundida en los círculos trumpistas: que las escuelas públicas de Virginia están enseñando a los niños algo llamado Teoría Crítica de la Raza. Los líderes republicanos están considerando usar el mismo manual de desinformación trumpista para las elecciones del 2022. No importa que la Teoría Crítica de la Raza no se enseñe en las escuelas de ningún lugar del país o que esos mismos líderes republicanos no parezcan saber en qué consiste la tal teoría. Cuando hablan del asunto y de los "derechos de los padres" en el contexto de los debates acerca de la educación escolar, se trata de ejercer control sobre la educación, la historia y, en última instancia, la realidad. Incluso con Trump fuera de la presidencia, este tipo de trumpismo continúa expandiéndose porque se puede considerar “autóctono” en nuestro entorno mediático plagado de desinformación, un entorno cuyos mecanismos de verificación de hechos parecen servir de poco.

Digamos que no es ésta una guerra que se pueda ganar apelando exclusivamente a la evidencia de los hechos. A medida que nos adentramos en la era digital en la que podemos básicamente comprar nuestra propia realidad dentro del paisaje mediático que ha producido las máquinas de difusión de desinformación más efectivas y de mayor alcance de la historia, desde Fox News hasta Facebook/Meta y Twitter, no subestimemos el poder de la ironía como arma de combate contra la demagogia. ¿Cómo explicar si no el temor que el Quijote infundía en los ideólogos fascistas del siglo XX o el hecho de que intelectuales de la izquierda antifascista como Walter Benjamin abrazasen expresamente la ironía cervantina como modelo en su lucha contra la toxicidad de los mitos políticos de su tiempo? Benjamin aludía de forma directa al poder iluminador del humor del Quijote cuando escribió: “La magia de la verdadera crítica aparece precisamente cuando toda falsificación entra en contacto con la luz y se desvanece. Lo que queda es lo auténtico: son cenizas. Nos reímos de ello” (citado en Un-Deceptions, 2021, p128). Para más información, consúltense Un-Deceptions (2021) y What Would Cervantes Do? (2022)

 
 

Referencias

Castillo, David. Un-Deceptions: Cervantine Strategies for the Disinformation Age. Delaware: Juan de la Cuesta Hispanic Monographs, 2021. Print.

Castillo, David and William Egginton. What Would Cervantes Do? Navigating Post-Truth with Spanish Baroque Literature. Montreal: McGill-Queen’s University Press, 2022. Print.

Colbert, Stephen. America Again: Re-Becoming the Greatness We Never Weren’t. New York: Grand Central Publishing, 2012. Print.

Colbert, Stephen. I am America (And So Can You!). New York: Grand Central Publishing, 2007. Print.

Colbert’s Roasting of President Bush. 2006 White House Correspondents Dinner. http://www.youtube.com/watch?v=BSE_saVX_2A Web.

Dowd, Maureen. “Sacha Baron Cohen: This time he is serious.” https://www.nytimes.com/2020/10/17/style/sacha-baron-cohen-maureen-dowd-interview.html  Web.

Giménez Caballero, Ernesto. Genio de España: exaltaciones a una resurreccion nacional y del mundo. Madrid: La Gaceta Literaria, 1932. Print.

Laguna, Ana. Cervantes, the Golden Age, and the Battle for Cultural Identity in 20th-Century Spain. London: Bloomsbury, 2021. Print.

Reed, Brad. “Right-wing cartoonist draws Trump as Don Quixote –but draws mockery for missing book’s point.” https://www.salon.com/2021/07/09/right-wing-cartoonist-draws-trump-as-don-quijote--but-draws-mockery-for-missing-books-point_partner/ Web.

Seipel, Brooke. “Sacha Baron Cohen joins twitter as Borat to mock Trump.” https://thehill.com/blogs/in-the-know/in-the-know/520563-sacha-baron-cohen-joins-twitter-as-borat-to-mock-trump Web.

Suskind, Ron. “Faith, Certainty, and the Presidency of George W. Bush.” https://www.nytimes.com/2004/10/17/magazine/faith-certainty-and-the-presidency-of-george-w-bush.html Web.

Trump, Donald J. with Tony Schwartz. Trump. The Art of the Deal. New York: Random House, 1987. Print.

David R Castillo

Director, Humanities Institute, University at Buffalo. Author of Un-Deceptions: Cervantine Strategies For The Disinformation Age (Juan de la Cuesta, 2021), Baroque Horrors: Roots of the Fantastic in the Age of Curiosities (Michigan, 2010), and (A)Wry Views: Anamorphosis, Cervantes, and the Early Picaresque (Purdue, 2001), and co-author, with William Egginton, of Medialogies: Reading Reality in the Age of Inflationary Media (Bloomsbury, 2016) and What Would Cervantes Do? (McGill, 2022).

https://humanitiesinstitute.buffalo.edu/about/director/
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